martes, 28 de agosto de 2012

Columna X

Todo parece fácil hasta que empiezas a pensar con el corazón.

 Me he cruzado con una historia con un no como protagonista. Algunas personas lo ven como una negativa, otras lo vemos como solo un pequeño obstáculo que precede a otra oportunidad. Puedes pasarte la puta vida saltando obstáculos, o puedes darte cuenta en el primero que es imposible. Todo depende de cada persona, necesitarás tres óbices, quizá solo dos hasta caer rendido ante la desesperación y la derrota. Otros idiotas somos capaces de levantarnos una y otra vez, asimilando el dolor y siendo testarudos hasta acabar con los sentimientos demacrados.

Somos falsos héroes que nos resguardamos en la esperanza de las fantasías venideras, nos alimentamos de falsa imaginación; pensamos que esos sueños se cumplirán y el propio deseo de alcanzar esa falsa realidad nos da fuerzas para asimilar el dolor una y otra vez. También nos ciega y no vemos la triste y jodida verdad, que no hay nada al final de camino; es un efecto secundario de la morfina llamada "amor", un efecto que termina por pasarse y ahí es cuando duele.

Me ha salido todo del tirón y he sufrido la mayor erección de mi vida. Lo bueno y lo malo del sexo es que puede no saber qué coño es el amor.

domingo, 26 de agosto de 2012

Columna IX

Es cosa de dos y a veces se nos olvida.

Ahí la tienes, me ha mirado tres veces y dos porque me he colado en su campo de visión. Pienso que soy un puñetero idiota, me enamoro de la primera chica que me muestra una mínima atención y eso me fastidia pero no puedo evitarlo. Y ¿sabes qué es lo peor? Dejo que mi mente actúe insensata, imaginándome feliz junto a ella, besándola, abrazándola para siempre. Así no se puede jugar, es sucio y muy peligroso, porque olvidas que el amor es cosa de dos.  Olvidas, entre pensamientos empalagosos, que para que exista una pizca de amor tiene que haber una conexión sentimental estable. Estás perdido en ese mundo de fantasía entre su pelo, sus piernas y cámaras lentas que obvias lo más importante: si no le gustas lo suficiente para levantar una pequeña mariposa todo eso es solo un sueño imposible.

Supongo que es la eterna sentencia del ser humano, no es capaz de ver más allá de su imaginación y a veces la confunde con la dura y jodida realidad. Las cambia porque es más fácil vivir allí, sin preocupaciones, sin negativas y junto a quien queramos. Pero, pequeños embusteros, no hay luz al final de la imaginación, sigue siendo un fangoso pantano lleno de penas y oscuridad, solo admitiendo la realidad y afrontándola podemos pasar de largo y ver qué cojones nos espera después.

viernes, 24 de agosto de 2012

Sex one

Dios quiere que follemos a todas horas, así no tiene que preocuparse por si matamos a alguien, empezamos una guerra o alguna otra forma de pecado. El sexo para el amor, el amor evita la guerra y todos contentos.

Sexo, cielos... antes daba tanto miedo esa palabra y ahora la dicen cualquiera en cualquier red social. "Ojalá este sudor fuera de follar", "Mi madre diciéndome 'si follaras más no estarías tan frustrada' #lololol", "Yo, ya #secorrió", "Follemos, follaron, follantum". Todas estás paridas sin fuste están permitidas por una sociedad que ha dado un paso de gigante en cuanto a los temas tabús. Ahora, bajo la seguridad del "anonimato" e Internet podemos decir lo que nos salga de la polla sin miedo a ser rechazados.

Twitter está lleno de chicas que les encanta chupar pollas "Lo único que me apetece es metérmela en la boca" y tíos que bien dejan qué desear "Ha llegado mi novia, tuitearé con el móvil apoyado en su nuca"; en los sitios web de contar anécdotas solo encontramos chicas que quieren "ser empotradas contra la pared" y chicos que fardan de haberse follado a su propia prima. Mejor no digo nada de Tuenti. Es todo un despropósito.

Aún recuerdo mi primera revista porno, no era porno era una Interviú que encontré entre los escombros de una casa que acababan de tirar. Me colé para mear después de salir del colegio, tendría unos diez u once años y mientras estaba meando la vi entre abierta debajo de unos cascotes. Aquello era ilegal joder, eran tetas de verdad y a veces podía verse un poco de coño con su perfecto vello arreglado. Era como mirar al cielo, mujeres desnudas ante nuestros vírgenes ojos inocentes. Recuerdo perfectamente como nos daba vergüenza mirar hacia el sur porque no sabíamos muy bien para qué coño servia y era algo incomprensible para nuestras pequeñas mentes.

Mi primera vagina. Nunca se me olvidará. Fue con una revista llamada "Macho" del 82; se la robé a mi padre porque tenia curiosidad y allí estaba, en todo su esplendor una hermosa y rosada vagina, rodeada de un afro bien cuidado. La muchacha portante era una joven de piel morena con un pelo negro y rizado, muy hermosa. Me mostraba todo su amor sentada en el suelo, con las piernas abiertas y mirando inocentemente hacia un lado. Pensé en la complicidad del órgano sexual, el mio era simple: un cacho carne, feo, seco como anticuado; pero aquello era hermoso, aún siendo una foto podía notar la humedad que desprendía, notar su suavidad, incluso, no me preguntéis por qué, sabía que estaba caliente. No llegaba a entender su funcionamiento, sabía que el pene tenia que introducirse de alguna manera en aquella obra de arte, pero aquello era un acto atroz, estaba perfecta así, tranquila y palpitante, sin una polla que enturbiara la más preciosa imagen que vería en años. Tras mi pequeña erección me imaginé si aquella panacea también se empalmaría para poder realizar el acto sexual, de alguna forma imaginé que crecería y envolvería el pene. Pequeño idiota.

Recuerdo perfectamente que aquella mujer vestía una chaqueta de lana abierta, dejando ver sus preciosos y turgentes pechos, acabados en un rosado y pequeño pezón. Fue la primera erección provocada, un triunfo  para mi y sobre mis amigos, mi primer "chocho" y estaba dispuesto a describirlo al día siguiente en clase. Por supuesto no me la casqué, evidente; mi primera vez -masturbatoria- no llegaría hasta el primer año de instituto.

Por eso, ahora mismo, en este mundo guarro existe el amor, el sexo y el amor por y para el sexo. Nunca te olvidaré, fuiste "Mi Vagina" como Anna Chlumsky fue "Mi Chica".

miércoles, 22 de agosto de 2012

Columna VIII

Lucro y asqueroso dinero.

Micropensamientos patrocinados por la pobre mente de un hombre fracasado. Pensando en el fin del mundo, nos llegará y el problema no es qué pasará, el problema es qué coño pasará después. Si "al final del día lo único que importa es ella", ¿qué importa al final del mundo? Lo mismo. Santo Dios, ahora mismo lo único que importa es ella. Te mantiene a flote, es un poco egoísta pero es algo con lo que vivimos y tenemos que soportarlo. Cada día lo piensas, la ausencia es la destrucción de todo lo que conoces. Lo peor es que los hombres pensamos que con el amor tenemos las cuentas saldadas.

Lucharía contra las más brutas fuerzas de la naturaleza para poder salvarla. Movería cielo y tierra, ofendería a esas fuerzas destructoras de mundos; la llevaría a lo alto del Éverest para salvar las aguas... y no seria suficiente. Estamos condenados desde el primer momento y vivimos con ello. No me importaría morir después de una vida feliz y completa, pero eso no es justo, ¿acaso es justo dejarles el relevo a las nuevas generaciones? Porque eso es lo que estamos haciendo.

Solo te diré una cosa, tengo un trato con el mandamás de allí arriba en el que me mandará a tomar por culo antes de que pueda vivir un solo segundo sin tu presencia en este mundo. Eso si es bonito, siempre tuyo...

lunes, 20 de agosto de 2012

Columna VII

El odio es un lastre y el amor cambia la gravedad. Pero el perdón corta la cuerda.



La vida da miedo, enfrentarse a algo cuesta y ese gasto de valor puede llevarnos a una desilusión provocada  por el fracaso que nos extirpa las ganas de intentarlo de nuevo. Ya sea enfrentándote a un marido cabrón o a una página en blanco, el valor no es algo que regalen los trileros en el muelle. Es algo que se tiene y se gasta, como el dinero pero menos inmoral.

Estamos demasiado acostumbrados al fracaso, desde pequeños se nos resta importancia a nuestros fallos, nos acarician el pelo cuando la cagamos y nos consuelan con los típicos "no pasa nada" y "no tiene importancia". Asumimos que errar es humano y no tiene nada más que un mínimo castigo, una lágrima y otro jodido intento por la mañana. No pensamos en las consecuencias y por ello hacemos las cosas sin esfuerzo, sin ganas, porque sabemos que tenemos una red que evitará la caída.

Los hombres no se esfuerzan en seducir a una mujer. El amor, tal y como era, ha muerto. Ese deseo de poder pasar toda una vida con una hermosa dama ha desaparecido. Nos reímos del romanticismo como si fuera el tonto del pueblo. Ahora nos dedicamos a soltar paridas subidas de tono sin pensar en las consecuencias. No existe el miedo a perderla, el saber elegir las palabras que decirle, la última lucha por algo imposible. Todo eso ha desaparecido porque sabemos que hay muchas más mujeres en este mundo y no te importa con cual fingir follar una vez a la semana. Esto es culpa de todos, los unos por los unos, los otros por los otros; hemos llegado a un punto sin retorno, miramos atrás y no somos capaces de ver el camino de vuelta.

domingo, 19 de agosto de 2012

Columna VI

Quizá esté enamorado de la idea del amor.

El ser humano es antipático por naturaleza. Nos enfadamos con las personas que queremos por cualquier tontería, como la espuma de champan (esa bebida nihilista de las clases sociales con el culo más importante que el resto del mundo), el enfado sube rápido, odias todo, pero en realidad es solo aire y una vez que baja te das cuenta de lo jodidamente idiota que eres. Pero claro, humanos del mundo, acercaos un momento, tengo una cosa importante que decir: somos los hijos malditos de Dios que han acabado por diferenciarse tanto de su Padre que nos hemos convertido en su enemigo.

Una vez que aceptamos que no "ha sido para tanto" actúa nuestro orgullo y no nos permite decir claramente "soy un gilipollas". Cada parte se queda jodida en un rincón de la habitación, esperando que el otro de el paso y diga que todo es una mierda sin importancia, para asentir, darse un largo beso y quizá pedirse disculpas en horizontal. Lástima que el silencio sea tan efectivo y traicionero. Lo peor no ha acabado, esa herida queda ahí, latente y cuando uno de los dos se cansa de los fallos del otro, decide que ese es el momento de mandarlo a la mierda y que le jodan. Es tan cierto y tan triste ver como las relaciones se acaban por los propios defectos del ser humano, unos defectos naturales que son fáciles de cambiar, al menos, esa es la esperanza de un servidor.

viernes, 17 de agosto de 2012

Columna V

Deja de pensar en lo que deberías hacer y haz lo que tienes que hacer. La vas a cagar hagas lo que hagas.

Queridos lectores ,el dolor es algo bueno y con suerte nos dura toda la vida. A veces nos duele el corazón y si tenemos suerte es por otra persona. No creo que haya otra manera de que duela esa parte del cuerpo. Despiertas una mañana con la intención de comerte el mundo y al final del día, entre el silencio y las sábanas te das cuenta de que ahí está el dolor que te hace recordar. Es el momento más vulnerable.

Pequeñas personas sufridoras, amantes marchitos, vaginas solitarias, flácidos cachos de carne, todos sois queridos y odiados por Dios. Da igual cómo seáis, estúpidos, obsesos, dependientes sociales, fanáticos tecnológicos, coged a vuestra sucemedia naranja, ponedle un emoticono feliz y deseadle la buenas noches con esas palabras transcritas tras una barrita parpadeante tan seca como la vida misma. Ese es el individualismo atroz que nos hace tan difícil comunicarnos con el sexo opuesto. El amor se ha convertido, tristemente, en una linterna encendida de día, da luz, pero no sirve para nada. Ese puto problema nos come cada día y nos importa tan poco que da hasta pena. Nos dedicamos a reír las penas y llorar las alegrías en la   comodidad y seguridad instantánea de nuestro hogar, tras un aparatoso e infinito cableado que nos da unos segundos más para pensar qué coño decir, cuando son las primeras palabras (o primeros pensamientos) las reales y las verdaderas.

Coged vuestra polla, machacad el teclado con ella y con suerte formulareis las pequeñas palabras mágicas que harán que aquella chica al otro lado del mundo os de la patada y no tengáis ni una mísera oportunidad para devolverle un beso. Bravo.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Columna IV

El tiempo, inevitablemente avanza, sin parar. La distancia se hace cada vez mayor, la brecha se abre. Si saltas tienes que estar seguro de que te cogerá. Y esa inseguridad es la que hace que el tiempo avance, aumentando el trecho. Maldita sea.

Queridos lectores, el amor es una degradante historia de mierda, tiene una introducción, como cualquier novela pija que después será violada contundentemente por algún director de cine; después viene el nudo, las lineas se entrelazan para formar un conflicto que se resuelve en el desenlace, ese cabrón que no quiere nadie. Nadie quiere un final; todos queremos vivir un nudo infinito, resolver problemas constantemente. Un final feliz, sigue siendo un final.

Yo pensaba que todas las historias de amor eran igual de tópicas, todas seguían un patrón. Y así es, todas están determinadas por el miedo humano al futuro, a lo que hay más adelante, a lo que espera agazapado para joderte en cualquier momento. Ese miedo hace resguardarse en lo conocido, en lo seguro; ese miedo hace que no apostemos por ello, que mantengamos la apuesta y perdamos lo menos posible. Somos unos jodidos cobardes y nos enorgullecemos de ello.

Ese amor es el que hace que quieras tocarte indefinidamente la entrepierna. ¿Qué fin tiene sino la muerte del deseo? La satisfacción, mejor dicho, la autosatisfacción, eso es. Todos tenemos un fin en mente, un objetivo al que avanzamos poco a poco, el camino puede desviarse, probar la otra acera aunque sé que mi polla es heterosexual, un trío con una enana, quizá una paja en un avión. Esos subobjetivos mantienen la llama viva. Aún pensamos en lo jodidamente felices que seremos cuando alcancemos nuestro objetivo, nuestro fin y ¿después qué? ¿Qué coño viene después? Estamos muriendo constantemente.

Mejor vivamos en el mundo de los subobjetivos, después ya se verá, dejad de preocuparos por el futuro, cuidaros por lo que hay entre el presente y el futuro, ese segundo después de pensar, ese momento justo después de la última espiración, ese es el importante. Esto no quiere decir que os dejéis un coño a medias, ahí si que tenéis que ser caballerosos, ocuparos del presente y de la vagina de la amable señorita que tenéis encima o del encantador capullo que intenta no correrse antes de tiempo.

Haced lo que os salga de las narices. Yo os odio de todas maneras.

martes, 14 de agosto de 2012

Columna III

Cualquier día es el primer día del resto de vuestras estúpidas vidas.

Hoy estaba de resaca como cada puñetero día. Me he despertado en una casa desconocida, he cogido mis pantalones, he abierto la nevera, he cogido una manzana para quitarme el sabor a mierda de la boca, he robado unos cigarrillos y he salido por la puerta. Me daba igual saber que había una persona en la ducha por el ruido del agua. No quería tener que inventarme alguna excusa o, peor, tener que soltar algún dinero.
Estoy solo, por muchas mujeres que tenga cada día, la soledad no desaparece. Me doy cuenta mientras estoy en el parque, fumando y tomándome un irlandés. Allí veo a las familias, con esas estúpidas sonrisas en la cara, mientras las criaturas corren de un lado para otro. Sé que los odio por la envidia que les tengo.

Envidia es una palabra muy fuerte. Quizá un recelo por la facilidad de sus vidas, un trabajo fijo, una comida en la mesa, la misma mujer todos los días, el mismo hombre ¡qué coño hacen sonriendo! Quizá soy un inmaduro, pero ese tipo de vida no puede ser feliz. Aunque a veces pienso que la mía tampoco. Yo era feliz con ella, me daba igual levantarme todos los días a su lado, prepararle el desayuno, que nos hiciéramos el amor todos los días igual. Ahí era feliz, pero todo cambió y parece que sigo siendo feliz, al menos sonrío mientras escribo esto. Los más infelices son aquellos que dicen que son felices y están contentos con su vida, seguramente desean meterse una bala en la cabeza a la primera oportunidad que tuvieran. Así que, por descarte, el más feliz es aquel que no se preocupa en preguntarse si lo es o no.

Toda esta mierda vino a mi cabeza en aquel parque de "blisstonia", viendo a las madres preocupadas, a los padres perfectos y todo ese anuncio público de vida perfecta. De la nada apareció un crío repelente que no paraba de mirarme, me preguntó por qué fumaba, le dije que porque era mayor; me contó que sus padres discutían todo el rato por eso, "¿por ser mayores?" le dije. Es lo malo de los críos, no entienden el humor. Me preguntó por qué estaba triste, no estaba triste, "tampoco pareces feliz" me dijo. Asusté al niño que salió corriendo en dirección a su madre gritando "mami, mami".

Esto no es tan bueno como quisiera, pero coño, un niño de 8 años es lo más desmoralizador que existe.

sábado, 11 de agosto de 2012

Columna II

La vida es un suculento bol de sopa caliente y reconstituyente, que Dios ha preparado y removido con su polla.


Esto lo pensé mientras le hacia un perfecto trabajo oral a una puta bastante limpia y presumida. Acababa de soltarle 60 billetes y lo primero que hizo fue ofrecerme una educada invitación para bajar al pilón, y ahí me encontraba yo, tumbado en mi cama con una preciosa mujer de 58 kilos sentada sobre mi cara, quitándose el resto de la ropa mientras yo balbuceaba un cántico sensual para atraer el primero de los orgasmos.

En su depilado y cálido coño pensé si aquello estaba mal, estaba dándole mi dinero a una profesional para follármela, seguramente utilizara la mitad para jaco -o todo-, pero coño allí estaba yo medio empalmado, con mi pequeño y precioso miembro en la boca de una desconocida que, al parecer, conservaba todos los dientes. ¿Está mal pagarle al fontanero para que te arregle las cañerías y evitar que la mierda te llegue a los tobillos? No, está bien visto, pero pagarle a una puta para que te haga media mamada, no. Eso es por los putos prejuicios y los tabús sociales. Porque una puta lleva taconazos, poca ropa, le falta la mitad de los dientes, es una mal hablada y quizá un foco del sida. Pero ¿qué coño? Eso es un tópico tan grande y antiguo que da pena. La chica que ahora mismo acaba de correrse encima mio llevaba unos vaqueros de marca, una blusa semitransparente con una vaquera encima y en el bolso le he visto una puta PSP. Es sin duda la mujer más preciosa que he tenido el placer de follarme. Mañana lo será otra, pero hoy es ella ¿Qué cojones estamos haciendo con la vida, dónde un obrero es un gordo deslenguado que pega a su mujer, una puta es una puta y un asesino es un loco justificado?

La vida es el burdel más grande jamás creado, puedes dar en mano 60 pavos para una media hora de placer injustificado o puedes gastarte 10 en flores, 40 en una cena y 10 en condones para llevarte al amor de tu vida a la cama, proporcionarle el más satisfactorio de sus orgasmos y, después, acostarte a su lado para sentirte bien con una sonrisa bobalicona en la cara, el deber cumplido y el alma limpia.

El cielo te espera capullo.

Columna I

Estoy disgustado con mi vida y conmigo pero eso no me hace desgraciado.
Hank Moody


Esta idea surjió anoche mientras veía, junto con un tío bueno, el "piloto" de la -GRAN- serie Californication. En ella el agente del protagonista le pide que sea columnista en lo que parece ser una revista de y para mujeres. Lo quieren por la creación de esa lucha de géneros, la degradación que tiene sobre el hombre y la magnificencia sobre la mujer.
Se deduce que Hank tiene que escribir con ese humor ácido y esa pantomima unas palabras en "Hell-A Magazine", ante no saber qué coño escribir, le cuenta a su amigo un sueño que tuvo sobre una monja y una mamada. Y ahí surge esta idea.

La mente humana es sucia por naturaleza, pensamos en el sexo continuamente pero no hablamos sobre él. Pensamos en follarnos a toda pierna viviente y eso es algo que debería estar plasmado en algún lado. Todas las historias sobre hacerlo con su prima, con la abuela, con tu madre, con la madre de un amigo; los coños que te has comido, la vaginas que has penetrado. Todo. Pero un momento, ¿esto pretende escribirlo un gordo cabrón que ha follado con una mujer en su triste y corta vida, y hace más de tres años que no disfruta de el suculento manjar del caudal de los mejores fluidos vaginales? Si.

Este es el puto comienzo de las más depravadoras, excitantes, viciosas, eróticas, imposibles,  introvertidas, corrompidas, degeneradas, humillantes y, si, imaginarias (o no) historias de amor. Está el punto de vista del hombre, el de la mujer y el del hombre que piensa que todos los Hombres son gilipollas y todas las mujeres la causa de que Dios no mande a tomar por culo este ridículo mundo.

FUCK.